Smart legalization in Mexico?

The Mexican Secretario de Gobernación (roughly, interior minister), Miguel Ángel Osorio Chong, gave a fascinating talk as part of the formal national debate over cannabis policy that followed the Supreme Court decision affirming a personal right to consume the drug.

The striking  thing about the speech was its recognition that both prohibition and commercialization have unwanted consequences, and its hint that Mexico might be alert to the possibility of finding an approach to avoid both sets of dangers.

Of course no one who has been doing drug policy for more than about twenty minutes is ever truly optimistic that a government will find something intelligent to do when there are so many unintelligent alternatives, but watch that space.

The official Spanish text of the speech is below; unofficial English translation here.

 

Mensaje del Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong

Tercer Foro sobre el Uso de la Marihuana “Economía y Regulación”, 8 de marzo de 2016

Saludo a todas y a todos; a académicos, especialistas, empresarios y representantes de la sociedad civil que hoy nos acompañan.

Señoras y señores,

Me da mucho estar aquí en Coahuila, para clausurar el Tercer Foro del Debate Nacional sobre el uso de la marihuana. Ya hemos tenido experiencias positivas en los foros realizados en Cancún y Ciudad Juárez, donde se examinaron los aspectos de Salud Pública, Prevención, Ética y Derechos Humanos. Por la calidad de las y los participantes de este foro, y por lo que he podido escuchar, estoy seguro que lo mismo ha sucedido el día de hoy aquí en Saltillo.

Éste era un tema que por años, no se quiso abordar. Pero hoy, las y los mexicanos estamos demostrando que estamos a la altura que el debate demanda. Porque cuando se da el espacio para la discusión y el intercambio de ideas; para el diálogo y el contraste de propuestas, el resultado siempre es positivo.  Y ha sido así como a lo largo de estos foros se han ido identificando coincidencias. Me refiero por ejemplo al consenso que parece haber respecto a los usos terapéuticos del cannabis. O a la importancia de avanzar decididamente en la des-criminalización efectiva de su consumo. Y también a la necesidad de tomar en cuenta la perspectiva de derechos en las convenciones internacionales de las que México es parte.

En este marco, hoy ha tocado el turno a un tema que sin es duda complejo, y que tiene múltiples aristas. Porque al analizar los aspectos económicos y regulatorios relacionados con el uso de las drogas, y particularmente de la marihuana, hay que partir de un hecho fundamental: el mundo está cambiando. Y ello está teniendo como consecuencia, una economía global distinta, particularmente en materia de drogas y de sus derivados. Partiendo de que este fenómeno afecta a cada país de forma diferente. Y así también, cada uno ha tomado o debe tomar caminos distintos para hacerle frente. Desde aquellos donde existe un sistema altamente prohibicionista con penas muy severas, hasta otros donde se ha optado por un régimen permisivo. Me refiero a experiencias como las de Portugal y Holanda. O a la reciente decisión de legalizar el consumo en Uruguay y en estados de la Unión Americana como Colorado, Oregón o Washington. Todo ello ha dado lugar a un intenso debate sobre los posibles modelos de regulación gubernamental.

En el caso de México, sabemos que ha habido un incremento paulatino en el consumo de sustancias ilícitas, y también conocemos el alto precio que trajo consigo la mal llamada guerra contra los drogas. Porque, hay que decirlo, se partió de un diagnóstico equivocado y de una estrategia mal diseñada que generó una escalada de violencia sin precedente. En este sentido, resulta necesario distinguir entre los daños que causan las drogas, y los daños que causan las políticas de drogas equivocadas. Por eso hay que preguntarnos qué esquemas debemos adoptar para reducir el consumo, por un lado, y por otro, para debilitar el poder económico de la delincuencia organizada asociada a su producción y distribución.

Para esbozar un respuesta, hay varios aspectos que debemos tomar en cuenta, y que estoy seguro, ustedes han discutido a lo largo del foro.

Si me permiten, me referiré a algunos de ellos.

Primero, habría que responder cuáles son las implicaciones de regular o no la marihuana, de cara al mercado norteamericano, cuyo marco normativo está cambiando. Es decir, aunado a la demanda que existe aquí en México, debemos tomar en cuenta lo que pasa al norte de nuestra frontera, donde se concentra el 25% de la demanda de drogas ilícitas en el mundo.

Segundo: debemos ser capaces de definir con precisión cuáles son los costos del modelo actual, y cuáles serían los costos de un esquema de legalización. No solo en términos económicos, sino también individuales, sociales y de salud. Por ello, una posible regulación de la marihuana no debe dirigirse hacia la generación de riqueza, sino priorizando la salud pública y el desplazamiento de los mercados negros.

Tercero, y aunado a lo anterior, es comprender las implicaciones económicas del mercado de las drogas desde un punto de vista integral. Por ello, debemos seguir impulsando políticas que permitan que quienes se dedican a estas actividades, se puedan incorporar a mercados lícitos. Apostando por políticas de sustitución de cultivos, y por detonar cadenas productivas en aquellas regiones del país donde se concentra la producción.

Un cuarto elemento a considerar es que México tiene obligaciones y responsabilidades que cumplir a  nivel internacional. A lo largo de los años hemos suscrito las tres convenciones internacionales sobre drogas. Por ello, las propuestas deben ser enmarcadas en ese contexto, considerando la política acordada en instancias como la UNDOC y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Las que, hay que subrayarlo, también deben ser revisadas a la luz de los cambios que se están dando en el mundo.

Pongo tan solo un ejemplo:

Mientras que en México, debido a la regulación internacional aplicable, no es posible cultivar amapola con fines médicos, lo cierto es que el mercado ilícito la produce para su tráfico y consumo en otros países de alta demanda. Pero por otro lado, en nuestro país hay muchos pacientes que no tienen acceso adecuado a sus derivados terapéuticos como la morfina, debido a que debe ser importada.

Estas son apenas algunas de las muchas aristas que este debate debe abordar. Y que no tengo duda, aquí se han analizado con mayor profundidad.

Y reitero a nombre del Presidente de la República el agradecimiento a los expertos nacionales e internacionales que se han dado cita para discutir este tema el día de hoy. Porque la experiencia que ustedes aportan sin duda amplía el panorama para la toma de decisiones informadas, incluyentes y con base en evidencia científica. De eso se trata.

Señoras y señores,

El uso de la marihuana puede estar ligado con el derecho, que todo mexicano tiene, al libre desarrollo de su personalidad.

Entendiendo que la diversidad de formas de vivir y de ver al mundo no es algo que nos limita, sino que nos enriquece como Nación moderna y democrática. Sin embargo, también es necesario reconocer que esta pluralidad de visiones debe contar siempre con un marco normativo sólido y actualizado, que oriente debida y constructivamente la generación de respuestas efectivas.

Por eso insisto, este tema debe analizarse bajo una perspectiva integral, que busque una regulación equilibrada, que garantice libertades y derechos, pero que también proteja la salud y la seguridad de la población.

Una regulación que no se quede en lo estrictamente punitivo, sino que permita abordar el fenómeno desde todas sus implicaciones.

La prioridad es que desde las instituciones, y con la sociedad, sigamos avanzando en los objetivos que compartimos.

A partir de paradigmas y políticas que respondan a las realidades y los retos de nuestro tiempo, que pongan a México en sintonía con los debates, consensos y avances que se llevan a cabo en el contexto internacional.

Y sobre todo que hagan de nuestro marco normativo uno que entienda de dónde venimos, que responda a nuestro presente, y que sea la base del futuro que queremos consolidar como Nación.

 

Author: Mark Kleiman

Professor of Public Policy at the NYU Marron Institute for Urban Management and editor of the Journal of Drug Policy Analysis. Teaches about the methods of policy analysis about drug abuse control and crime control policy, working out the implications of two principles: that swift and certain sanctions don't have to be severe to be effective, and that well-designed threats usually don't have to be carried out. Books: Drugs and Drug Policy: What Everyone Needs to Know (with Jonathan Caulkins and Angela Hawken) When Brute Force Fails: How to Have Less Crime and Less Punishment (Princeton, 2009; named one of the "books of the year" by The Economist Against Excess: Drug Policy for Results (Basic, 1993) Marijuana: Costs of Abuse, Costs of Control (Greenwood, 1989) UCLA Homepage Curriculum Vitae Contact: Markarkleiman-at-gmail.com

One thought on “Smart legalization in Mexico?”

  1. Question: is 5 grams a lot? Are 6 plants a lot? (that is in the most popular of the California props.) I do not know. Otherwise his speech sounded fine to me…

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